Hoy vamos a preparar un postre muy fácil y muy sano, apto para vegetarianos y para embarazadas (una servidora!). También es muy poco calórico ya que sólo lleva 100 gramos de azúcar, la grasa de la nata y un poquito más de las fresas. Además es una de esas recetas fabulosas que no necesitan horno y que podéis preparar de un día para otro. ¡Espero que os guste!
Ingredientes para 10 flanecitos de fresa:
100 gramos de azúcar glas
500 gramos de fresas más unas pocas para la decoración final
8 hojas de gelatina
400 ml de nata para montar
Agua fría (para hidratar la gelatina)
El zumo de 1 limón.
Necesitaréis: Moldes de flan. Cazo para el fuego. Turmix o trituradora para las fresas y colador. Bol metálico. Batidora de varillas eléctrica.
Dificultad: Fácil
Empezamos limpiando las fresas, quitando los rabitos y partiéndolas a trozos. En un vaso o recipiente alto y ancho ponemos las fresas cortadas y las trituramos con la turmix, trituradora o evidentemente con la Termomix. Cuando tengamos las fresas bien trituradas, colamos el zumo para quitar las pepitas de las fresas.
Hidratamos durante 5 minutos en agua fría las hojas de gelatina (las cubrimos de agua).
En un cazo calentamos el azúcar glas, con el zumo de limón y unas gotitas de agua. Lo calentamos hasta que el azúcar se funda. Retiramos del fuego y dejamos templar.
Pasados los 5 minutos, escurrimos la gelatina y la fundimos con 3 cucharadas de agua bien caliente. Debemos fundirla bien, removiendo bien hasta que veáis que no quedan grumos y después la dejamos templar, removiendo cada minuto. Este paso es muy importante, ya que si no se disuelve bien o se nos cuaja la gelatina, arruinará nuestro postre.
Montamos la nata bien fría en un bol metálico.
Mientras mezclamos el azúcar fundido con el zumo de fresas y añadimos también la gelatina fundida. Vamos removiendo frecuentemente hasta que tengamos la nata montada.
Cuando tengamos la nata montada, mezclamos todo con movimientos envolventes (para evitar que la nata pierda volumen).
Vertemos la mezcla en moldes de flan y la dejamos enfriar en la nevera unas 6 horas mínimo, aunque yo recomiendo hacer este postre preferiblemente de un día para otro.
¡Buen provecho!