¡¡Aquí tenéis mi primer carrot cake!! Esta tarta de zanahoria es un gran clásico de la repostería, se cree la popularidad de este resurgió seguramente en el Reino Unido debido al racionamiento durante la Segunda Guerra Mundial. A parte de estar muy rico, su textura «húmeda» lo convierten en un pastel bastante ligero a pesar de su aspecto. La capa superior de frosting de queso le dan ese toque todavía más especial. Como siempre… espero que os guste y que os animéis a prepararlo.
Ingredientes para 8-10 personas:
400 gr de azúcar moreno
4 huevos
400 ml de aceite de girasol
400 gr de harina
400 gr de zanahorias peladas y ralladas
3 cucharaditas de levadura en polvo
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharadita de canela
1 puñado de pasas
Crocanti y fondant para decorar (opcional)
Para el frosting de queso:
225 gr de queso philadelphia (yo he utilizado el light)
75 gr de mantequilla a temperatura ambiente
90 gr de azúcar glas
1 cucharita de esencia de vainilla
Necesitaréis: Batidora de varillas eléctrica. Molde de 23 cm desmoldable. Horno.
Dificultad: Media
Pre calentamos el horno a 170ºC
Batimos los huevos junto al azúcar y el aceite. Tiene que quedar una textura cremosa y sin grumos.
En un bol tamizamos la harina y la levadura. Después añadimos la cuchara de café de canela. Mezclamos bien.
Añadimos mientras batimos la harina poco a poco a la mezcla previa.
Cuando tengamos la masa cremosa y sin grumos le añadimos la zanahoria rallada y las pasas. Mezclamos con una cuchara de madera hasta que todos los ingredientes estén bien unidos.
Untamos el molde con mantequilla para que después podamos desmoldar el pastel sin problemas. Vertemos la mezcla en el molde.
Horneamos durante una hora aproximadamente… dependerá del horno. A los 50 minutos podéis comprobar con un palillo si la tarta esta cocida.
Cuando tengamos la tarta lista la dejamos enfriar.
Una vez fría la cortamos por la mitad y empezamos a preparar el frosting de queso.
Para preparar el frosting es importante que dejemos la mantequilla unos quince minutos fuera de la nevera.
Batimos la mantequilla sola con la batidora eléctrica de varillas. Después vamos añadiendo poco a poco el azúcar glas. Cuando tengamos todo el azúcar batido con la mantequilla le añadimos la vainilla y batimos un poco. Después le añadimos el queso philadelphia y batimos hasta que se mezclen todos los ingredientes. ¡Ya tenemos nuestro frosting de queso!
Lo reservamos en la nevera unos 20 minutos para que tome un poco de textura.
Finalmente rellenamos el pastel con el frosting de queso y lo untamos por el exterior.
Yo le he dado un toque personal decorándolo con crocanti alrededor y unas figuritas de zanahoria hechas con fondant.
¡Espero que os guste! ¡Buen provecho!