4 jamones de pato (los encontraréis en el súper y ya vienen semi cocinados)

1 chorro de vino de Jerez

24-30 cebollas del «platillo» (en función de las ganas/paciencia que tengáis para estar pelandolas! 🙂)

30 gramos de mantequilla

Aceite de oliva

Para la crema de boniato y manzana:

1 boniato

1/2 puerro

1 zanahoria

una cucharadita de mantequilla

un chorro de aceite de oliva

1 manzana

caldo de verduras (no muy espeso)

Necesitaréis: turmix (para triturar la crema). Estuche de vapor Lékué (opcional).

Dificultad: Fácil

Para hacerla pelamos las verduras y las cortamos pequeñas. En una olla ponemos la mantequilla y el aceite, a fuego medio, y cuando se haya deshecho añadimos las verduras. Las pochamos unos 10 minutos. Pasados los diez minutos cubrimos las verduras con el caldo, añadimos una pizca de sal y dejamos cocer una media hora.

Ponemos la manzana en un estuche de vapor para microondas, yo he usado uno de Lékué (o en un plato tapado con la típica tapa para microondas) y dejamos cocer un par de minutos a máxima potencia.

Añadimos la manzana al caldo con las verduras y las pasamos por el turmix. Trituramos bien la crema hasta que quede cremosa. Reservamos.

Ahora empezamos a hacer el confit.

Pelamos las cebollas del platillo y las ponemos a una cazuela al fuego, más bien bajo, donde tendremos aceite y una cucharada de mantequilla. Y las iremos pochando a fuego lento y con muuuuucha paciencia.

Cuando estén en su punto, las retiramos.

Sacamos la grasa sobrante de los jamones de pato y  los doramos, en la misma cazuela donde teníamos las cebollas, a fuego medio unos 15-20 minutos.

Agregamos las cebollas a la cazuela y le echamos un chorro de Jerez y dejamos a fuego medio que reduzca y quede algo caramelizado.

Para emplatar ponemos la crema de boniato y manzana en la base, el jamón encima y las cebollitas alrededor.