sal

Necesitaréis: Sartén para freír las croquetas y picadora (opcional pero recomendable).

Dificultad: Media

Para empezar, cortad las berenjenas en cuartos, saladlas y dejadlas en un escurridor hasta que suden; luego secadlas con papel de cocina y peladlas cortándolas en trozos muy pequeños (yo usé la picadora).

Pelad el ajo y la cebolla y cortadlos en trozos pequeños.

En una sartén a fuego suave, poned la margarina y un chorro de aceite, y cuando empiece a estar caliente el aceite poned la cebolla y el ajo. Cuando empiece a dorarse, añadid la berenjena. La berenjena debe freírse a fuego lento hasta que veáis que queda blanda. Añadid sal. Ahora añadid el tomate frito y las dos cucharadas de harina. Removed bien.

Ahora tendremos que ir añadiendo la leche poco a poco. Tenemos que ir removiendo a medida que vamos añadiendo la leche. Debe ir quedando la masa de las croquetas espesa y se debe ir despegando de la sartén.

Cuando tengamos la masa espesa y consideremos que está al punto, retiradla del fuego y colocadla en un plato hondo para que se enfríe.

Para hacer las croquetas es importante que la masa esté bien fría.

Batid un huevo y colocad pan rallado en un plato. Ahora empezad a hacer las croquetas … Yo uso dos cucharas para hacerlas, es decir, voy pasando la masa de una cuchara a la otra, dándole forma a la croqueta. Después, mojad las croquetas con el huevo batido y rebozadlas con el pan rallado.

Freíd a fuego medio-fuerte. A medida que las vayáis friendo, ponedlas sobre papel de cocina para que se absorba el aceite.

¡Buen provecho!